Dr. Jimenez Walters Pomare, prominente abogado de las islas, quien ha ocupado altos cargos a nivel nacional, destacado catedrático de la academia colombiana de jurisprudencia, con numerosos escritos en su haber nos ofrece su perspectiva sobre varios periodos de nuestra historia, presento el fragmento referente a la economía y vida de las islas de 1912 a 1950.
... El periodo que algunos escritores llamaron el siglo del olvido, fue un tiempo donde las islas no pertenecían a ninguna nación específica, en otras palabras no teníamos una Metrópolis, ni España, ni Inglaterra, ni Colombia. En realidad no teníamos contacto con Colombia porque no tenían una fuerza naval y en ese tiempo no teníamos aviones, era extremadamente difícil mantener la comunicación con las islas se usaban veleros que representaban para quien no estaba acostumbrado, una travesía casi suicida, Colombia volvió su mirada hacia el Archipiélago por la fuerza y debido esto a la independencia de Panamá, en ese momento Colombia reaccionó y trató de crear su propia fuerza naval, para evitar que las islas y otros territorios también buscarán su independencia.
En estos tiempos nosotros vivíamos simplemente, como una comunidad, no importaba que tuviéramos una bandera específica, teníamos comercio con los Estados Unidos, Jamaica y toda Centro América, que además de todo son personas que se parecen a nosotros, hablan como nosotros y comen como nosotros… También teníamos comercio con Costa Rica, en puerto limón, no vamos muy lejos, con ellos también tenemos mucha relación, tenemos los mismos apellidos, el mismo idioma y alabamos al Señor de la misma manera.
Una vez se independizó Panamá en las islas tuvimos la visita de embajadores americanos, los cuales buscaban que las islas se unieran al proceso de independencia de Panamá, se realizó una asamblea comunitaria, pero nuestra gente en realidad no tenía interés en eso y nuestros líderes de ese tiempo, debo decir que eran profesionales muy capacitados, como el Padre de Francisco Newball quien estudió en Estados Unidos, habían vivido de cerca la segregación racial, yo imagino que ellos no quisieron aceptar su propuesta pues en Panamá y Estados Unidos los negros y los blancos vivían en comunidades separadas, no quería nadie lo mismo para las islas, aunque no teníamos en realidad ninguna afinidad con Colombia, los nativos decidieron seguir perteneciendo al país.
En 1912, unos pocos años antes de que Colombia reconociera la independencia Panamá, empezaron a pensar sobre la formación de una Fuerza Naval, que sería necesaria para mantener la soberanía de las costas y mares colombianos, como los Estados Unidos se hallaba involucrado de la independencia de Panamá no podía formar parte de la creación de esta nueva fuerza, por eso fue Inglaterra quien apadrinó la formación de la fuerza naval Colombiana, vino entonces la diferencia del idioma, las costumbres y de la experiencia marinera, los isleños fueron los llamados a ser pioneros de este gran paso de la nación, pues la comunidad mantenía una relación cercana a los ingleses; por eso yo digo que cuando en Colombia usaban alpargatas, nosotros llevábamos la última moda de Inglaterra.
En ese tiempo San Andrés exportaba más de veinte millones de cocos al año y teníamos un contacto constante en el área de la educación y el comercio con Estados Unidos e Inglaterra, los primeros profesionales que puedo recordar como por ejemplo Sra. Jane Pusey Walters, madre de Mauricio Mc Nish Pusey, estudio en Estados Unidos y creo que fue la primera isleña profesional, además de Bonel Williams etc., La forma de vida era muy simple, no teníamos de qué preocuparnos, cuando alguien mataba un cerdo se repartía la carne entre las familias vecinas de acuerdo a su número, todos recibían y daban proporcionalmente lo que cosechaban o pescaban y cuando alguien iba a casarse todos en la comunidad ayudaban a construir su casa, cuando llegaba la cosecha y alguien necesitaba ayuda, los hombres de la comunidad se encargaban de todo, formaban grupos de trabajo y algunos se dedicaban al coco otros se dedicaban a los demás cultivos, no teníamos problemas para sobrevivir.
No trabajábamos con dinero, nosotros teníamos oro, había algo llamado el Fondo Rubenstein, perteneciente a la familia Mitchell, ellos aún le prestaban dinero al gobierno, en esos tiempos se calculaba cuánto dinero tenías de acuerdo a cuantos cocos producía su tierra al año, no había dinero en papel, lo que teníamos eran dos pirámides, una de cocos selectos y otra de cocos rechazados, se usaba una herramienta para medir el diámetro de los cocos y así saber a qué pirámide pertenecían, en mi oficina tengo dos de estas antigüedades, con más de cien años.
Entonces si querías comprar azúcar, arroz, aceite, al llegar el barco tu les preguntabas ¿cuánto cuesta? Y ellos te decían tres cocos selectos o cinco cocos rechazados, al entregar los cocos ellos los medían, aceptaban y entregaban los bienes.
Traían el “pig tail” de Canadá, de Nicaragua traían, yuca, ñame, carne de tortuga, de colon (panamá) traían material de construcción para las casa y así, mi abuelo me cuenta que él tenía una alacena (granero) para almacenar lo que compraban por cantidad cada vez que llegaba el barco y te cuento que antes del puerto libre, no había pobres entre nosotros, los negros somos una raza muy generosa y enseñaban a sus hijos a compartir, acogimos a los nuevos habitantes sin reservas y se les dio el mismo trato que a las familias isleñas, por eso cuando llegaron los primeros "fuereños" (extranjeros y continentales) recibieron no solo trabajo y comida, sino hasta tierras para construir sus casas…
Continuara…